¡Qué asco! Los lácteos, huevos, carne, azúcar agregado y comida procesada; todos merecen aquel fuerte ¡no!
No hay pero que valga —ni pienses en acercarte a estos productos—. Causan la mayoría de nuestros peores problemas de salud.
Como dice el Dr. Esselstyn, si lo que estás por consumir tenía ojos o una madre, ¡no lo comas! Haz la transición a una dieta basada en alimentos integrales de origen vegetal. Tu cuerpo te agradecerá cada minuto de cada día. Conviene agradecer a tu cuerpo porque es el único que vas a tener.
Las heirbas son nuestras amigas. Pueden hacer maravillas. Por una buena razón nuestra Madre Naturaleza las tiene como parte de su famila de dar buena salud.
Mi vida cambió cuando comencé a tomar mi primer cóctel de hierbas. Me gusta sentirme lo mejor que puedo. Hacerlo de forma natural me hace sentir mucho mejor y más seguro al compartir esto contigo.
¡Estoy en camino de alcanzar la realización más alta de mi salud y quiero ayudarte a alcanzar la tuya!
Hace casi dos años que tomo Rejuvenación, y puedo respaldarlo con entusiasmo. Esta combinación de musgo marino irlandés, sargazo vejigoso, raíz de bardana y mirra ha marcado una diferencia profundamente positiva en mi salud y calidad de vida.
¡Ya me tienes convencido! ¡Quiero tomar los primeros pasos hacia la realización más alta de mi salud!
Por una buena razón puse el nombre de “Rejuvenación” al primer Cóctel Herbario que probé. Primero, te daré un poco de trasfondo.
Mi examen físco de enero de 2018 no salió tan bien como esperaba. No me sentía bien. Mis números de colesterol eran malos. Pero por encima de eso era el azote de mi vida.
Otra vez se me había descontrolado el peso.
Alrededor de cuatro años antes me había bajado 80 libras, hasta 180. Pero me caí del tren de “alimentación propicia” y ya pesaba 240 libras. Mi cuerpo es así de sensible al los carbohidratos simples —en poco más de tres años se me había subido el peso 60 libras—.
Lo peor era que mi número de A1c —el número que determina si una persona es diabética o pre-diabética— era 5.5, sólo .2 de ser pre-diabético
No estaba feliz y sabía que tuve que hacer un gran cambio. ¡No quería ser un paciente diabético! Así que, otra vez, decidí quitar todo el azucar y comidas preocesadas de mi dieta.
Tras un poco menos de cinco meses, me había bajado 40 libras y pensé que me sentía bastante mejor.
Entonces, llegó el destino.
Una amiga respetada había publicado un anuncio en Facebook que se trató de ciertas hierbas medicinales y cómo le habían ayudado. Quise sentirme lo mejor que pude así que me comuniqué con ella.
Después de hablar por unos veinte minutos, me recomendó la combinación de:
Nunca había oído hablar de las primeras dos. Lo único que sabía de la tercera era que “sólo era una mala hierba” (me sonó el nombre de mis días vividos en el campo). Reconocí la cuarta por la canción navideña “Los reyes magos” (“We Three Kings of Orient Are”). No sabía nada de ninguna propiedad benéfica para la salud que tenían éstas.
Bueno, fue uno de esos momentos de “no tengo nada que perder”. Decidí probar la combinación de hierbas medicinales. Cada cuerpo es diferente y responderá a su manera. En mi situación, tardé menos de dos días en sentir resultados.
Seré honesto. A veces, los cambios positivos que me ha brindado mi primer Cóctel Herbario, Rejuvenación, me han hecho llorar.
Muchas veces cuando una persona tiene una condición corporal —o, en los casos de mi amiga y de mí, múltiples condiciones—, la comunidad médica básicamente le dice:
“Así va a ser su cuerpo por el resto de su vida. Lidie con la situación al usar los farmacéuticos que le voy a recetar”.
El individuo no tiene más recurso que internalizar las noticias, aceptarlas (porque el médico sabe más que nosotros, ¿verdad?) e intentar vivir lo mejor posible, nunca mejorándose, simplemente aguantando la sentencia.
Pero, a veces hay que agarrar el toro por los cuernos. Ya sé que hay otro camino que se puede tomar.
Como mencioné, pensé que me sentía muy bien después de bajar cuarenta libras. Entonces, con este nuevo experimento, no cambié nada en mi dieta con la excepción de agregar a mi rutina Rejuvenación.
No tardé mucho en sentir los resultados que las hierbas medicinales me brindaban.
Mejoras que empecé a sentir tras sólo dos días:
Entre siete y nueve días se me notaron:
Es fácil perder la pista de todas las formas en que me ha ayudado. En algún momento de los primeros dos meses de tomar Rejuvenación, desapareció el dolor de la articulación de la rodilla izquierda. ¡No más dolores al subir las escaleras!
Visita mi Blog del Cóctel Herbario para la historia continua de cómo este Cóctel Herbario puede impactar positivamente tu vida tal como lo ha hecho para mí.
Si nos alimentamos de las cosas propicias —ese verdadero triunvirato saludable de frutas, verduras y hierbas— podremos brindarnos una vida saludable sin recurrir a productos farmacéuticos.
Por supuesto, hay ocasiones en que un medicamento puede ser muy útil.
Por ejemplo, tengo el gen Factor V Leiden, que me tiene predispuesto a sufrir tromboses de venas profundas (DVTs por sus siglas en ingles). Al igual que le pasó a mi madre, ya he sufrido dos de ellos, que han ganado el nombre de “matadores silenciosos”.
El primero, por todos los derechos, debería haber sido mi fin, pero de alguna manera fue permitido que yo sobreviviera. Ya que he sufrido un segundo trombosis, voy a tener que tomar anticoagulantes por el resto de mi vida.
Esto es algo con que no me voy a meter. El gen de Factor V Leiden no va a desaparecer. No es algo causado por la dieta ni el medio ambiente. Es parte de mi composición genética.
Sin embargo, después de comenzar mi primer Cóctel Herbario, sólo tuve que modificar un poco la cantidad del anti-coagulante que tomo, Coumadin, y mi recuento del ratio internacional normalizada (INR por sus siglas en inglés) ya se encuentra dentro de la gama terapéutica.
Así que los dos son compatibles. Genial, porque no voy a dejar de tomar este Cóctel Herbario que mejora la salud compuesto del musgo marino irlandés, sargazo vejigoso, raíz de bardana y mirra.
Aparte de estos productos farmacéuticos necesarios —y sé que a los consumidores de carne no les gusta escuchar lo que está por venir—, muchas veces los medicamentos se han convertido en una muleta para permitir nuestros comportamientos poco saludables.
Sólo un ejemplo es que las estatinas puedan reducir el colesterol (Con énfasis en la palabra puedan. Según Mayra Aspinall, presidenta de Genzyme Genetics, del 30 al 70 por ciento de las personas que toman estatinas para reducir su colesterol no obtienen beneficios), pero no ayudan a reducir la inflamación.
Tal inflamación es lo que ocurre cada vez una persona come tejido de animal muerto. Las estatinas no tienen efecto en el hecho de que cuando comes carne, tus vasos sanguíneos se contraen, por lo que muchos ataques cardíacos ocurren justo después de las comidas con alto contenido graso.
Tenemos que volver a aprender cómo acudir a la Madre Naturaleza para ayudarnos a mantenernos saludables. Volverse hacia Ella es una forma mucho mejor de vivir, cuando se compara con hacer lo que queramos con nuestros cuerpos, y luego pensar que lo único que debemos hacer es tomar una píldora, o varias píldoras, para “hacernos sentir mejor”.
¡Trata tu cuerpo como un templo!
¡Ya me tienes convencido! ¡Quiero tomar los primeros pasos hacia la realización más alta de mi salud!